Jesús Roberto la Bala y Erasmo Catarino ¿clones?
¡Saludos cibernautas! continúa el mes patrio: Septiembre, los mexicanos seguimos festejando nuestra independencia, aunque en un profundo análisis sabemos que ésta, como tal no existe, ahora les aclaro el porqué.
Sin duda seguimos siendo bastante dependientes del extranjero, es cierto que en un Mundo cada vez más globalizado, es común ver influencias extranjeras y hasta mezcla de costumbres en los pueblos, en algo que es una simbiosis multicultural; lo malo es cuando este fenómeno adquiere tintes radicales, como en nuestro país, y se vuelve en una dependencia casi total.
Les aseguro que la mayoría de la ropa que ustedes tienen en casa es de marcas extranjeras, y para no ir tan lejos el mejor ejemplo es el de los pantalones de mezclilla tan usados por los mexicanos, que en su mayoría son de las marcas Levi´s, Lee o Wrangler; otro ejemplo se da en las historietas (aunque el calificativo sea despectivo, es el usado en México), ya que en los 80´s y 90´s podíamos ver historias nacionales como las de Karmatrón, Kalimán, Tinieblas, etc, y hoy en día los comiqueros leen Spiderman, Batman, el Capitán América, etc; en los videojuegos ya mejor ni escribo nada, la industria en México como tal no existe y lo que los gamers jugamos son historias francesas, gringas, japonesas, etc.
Incluso en otras áreas como el léxico cada vez estamos más invadidos por extranjerismos, que la misma Real Academia de la Lengua Española tiene que terminar aceptando, ya que se vuelven indispensables para la comunicación de las masas.
En la música la mayoría de los mexicanos tenemos, algunos un grupo favorito en inglés, y otros de plano sólo escuchan música en este idioma o en algún otro como el japonés, que se ha vuelto también muy famoso, sobretodo entre la comunidad gamer y otaku.
Hasta psicológicamente estamos inmersos en una mentalidad que ve al extranjero como a un ser superior y ya hasta en los productos de la canasta básica, y más ahora con la apertura del Tratado de Libre Comercio en el ramo agrícola es un hecho que poco a poco los productos estadounidenses irán desplazando a los nacionales.
Es cierto que todas estas aperturas comerciales y contacto con el Mundo exterior ha hecho que muchos mexicanos exporten al extranjero, pero en la mayoría de los casos se trata de empresas trasnacionales como Televisa o Telmex, dejando al comercio de pequeña y mediana empresa muy rezagado, aparte, es ese sector de la pequeña y mediana empresa los que tienen la competencia más feroz en el territorio nacional contra las trasnacionales extranjeras, mientras que las grandes empresas monopólicas mexicanas no tienen competencia foránea, y si la tienen la desaparecen como TV Azteca hizo hace poco con TVM (televisora que aunque mexicana, se estaba nutriendo de programas extranjeros, aparte de buenos programas mexicanos y deseaba ser la tercera en discordia en el ramo televisivo mexica dominado por el duopolio) en el caso del canal 40. Ahí si que nos tenemos que aguantar el tener los mismos canales chafas por TV abierta de siempre.
Pero bueno, en algo en lo que los mexicanos se siguen destacando, y a nivel internacional (sino pregúntenle a los sudamericanos y centroamericanos ¿quién es su padre en comedia? y les dirán que Chespirito) es en contar chistes, alburear y hacer comedia. Por ello de este post-homenaje a algunos de los grandes comediantes, que con sus chistes semana a semana (acá sale el programa los sábados), hacen más ligera la pesada losa del mexicano de tener un gobierno altamente corrupto:
Teo González - Gays y borrachos
Edgardo Miller - Lencho Vergara
El Norteño - Disfraz de víbora de cascabel
Jaime Rubiel - El perro Rito
La Bala - El Porvenir de Tampico, Tamaulipas
El orden de los videos no importa en este top five, todos me han hecho morir de risa, y de esta manera continúo la racha de seguir subiendo posts de humor en esta semana que está por culminar.
¡pasen buenos días!
Jojojo somos reyes en la comedia, pues te aseguro que en suda y centro america no hay programas que manejen un humor tan peculiar como el nuestro.
Me dio mucha risa, y mucha tristeza a la vez, pues es cierto, somos independientes como nación pero dependientes como país.