El Imperio Azteca

Saludos cibernautas, en esta ocasión les presento este análisis que hice de una de las más grandes culturas del Mundo, los aztecas o mexicas (la x en el idioma náhuatl se pronuncia como el sonido de las letras conjuntas "sh" en inglés como en la palabra "shine", ya que tanto el pronunciamiento que le dan los estadounidenses de "ecs", como el que le dieron los españoles de "je" están erróneos, así deberíamos pronunciar: Méshico en vez de Méjico o Mécsico), que más allá de centrarme en su organización, estilo de vida, historia, etc, en lo que me centré fue en la importancia que tuvo su arribo al centro de México y en el papel tan importante que desempeñaron en la historia de nuestro país.
Octavio Paz nos presenta al pueblo azteca, al igual que muchos otros historiadores, como un pueblo bárbaro del norte, de la región que fue nombrada más tarde como Aridoamérica, la cual era habitada por diversas tribus que carecían de la organización, cultura y sedentarismo de las culturas de América Central, o como ha sido llamada, Mesoamérica; las tribus del norte en su mayoría eran nómadas.
Pero más allá de señalar eso, que eran un pueblo del Norte, Octavio Paz los pinta como los interruptores de la paz en la región mesoamericana (echándoles más la culpa a ellos que a los españoles), ya que al ser un pueblo bárbaro (chichimecas como les llamaban los mesoamericanos), llegó al centro de lo que ahora es nuestro País, en búsqueda de riquezas, buenas tierras para labrar, pero sobre todo "legitimación" como pueblo culto, ya que al llegar al centro, ellos se concibieron como los descendientes de los teotihuacanos, pueblo casi mítico, que habitó la región alrededor de los años 200AC-800 DC, y que fueron los habitantes de una de las ciudades más esplendorosas del mundo, la legendaria Teotihuacan.



Mucha gente sitúa a los aztecas provenientes del Estado de Jalisco, donde se situaba su ciudad natal Aztlán. Otros los sitúan más al Norte, en el Estado de Aguascalientes y otros más incluso en el Estado de California, por eso en la década de los 60´s y 70´s, la ciudad de Los Ángeles se empezó a cubrir de murales aztecas por todos lados, al creer los investigadores que ahí había estado Aztlán, y de ahí habían partido los aztecas hacia lo que hoy es la CD de México, siguiendo la profecía del sacerdote Mexi o Tenoch el cual les dijo que debían encontrar la señal de un Águila devorando una serpiente, parada sobre un nopal y que donde encontraran tal señal ahí debían asentarse, según lo mandaba su dios Huitzilopochtli.
Nunca se han encontrado vestigios o ruinas de la famosa Aztlán, y como se especula, quizá no haya pasado de ser una gran aldea, sin construcciones famosas, ya que como lo mencioné, los pueblos de Aridoamérica eran nómadas, se movían de un lado a otro.
Tanto en el video de L.A.Woman de The Doors, como en el juego Grand Theft Auto San Andreas, se pueden apreciar murales que hacen alusión a la cultura azteca en la ciudad de los Ángeles.



El dios que seguían los aztecas no pertenecía a la pléyade de dioses que adoraban los pueblos de Mesoamérica, como lo señala Octavio Paz, ya que los aztecas poco a poco fueron imponiendo su culto, el cual era diabólico, ya que el dios azteca requería sangre humana para aplacar su ira. Para conseguir esa sangre, los aztecas recurrían a las llamadas "Guerras Floridas", en las que una vez asentados como Imperio, les hacían a los pueblos de los alrededores para cautivar esclavos y sacrificarlos a su dios. Incluso si no había motivo para hacer la guerra y los pueblos vecinos ya totalmente sometidos no deseaban guerrear, los aztecas los obligaban a combatir contra ellos, para poder llevarle ofrendas a su sanguinario dios, lo cual poco a poco fue ganando el odio de los pueblos vecinos, y tal vez por eso a la llegada de los españoles, todos los pueblos de los alrededores se les unieron para derrotar al Imperio Azteca, ya que incluso en la toma de Tenochtitlan capital del Imperio, tuvieron participación un sinnúmero de pueblos de la región, entre los cuales destacan los tlaxcaltecas, los cuáles sentían una total abominación por los aztecas.



En el Libro Historia Mínima de México de Daniel Cosío y un nutrido grupo de historiadores, se da una explicación de que los aztecas justificaban sus Guerras Floridas sacrificando gente de otros pueblos, ya que de esta manera no sólo salvaban la vida de su gente, sino salvaban a la humanidad entera de la catástrofe de que el Sol Huitzilopochtli se enfureciera tanto que dejara de brillar sobre la Tierra o incluso se la tragara con su fuego. Hasta aquí, tal vez ustedes encuentren similitud entre esta historia con la película de Mel Gibson, Apocalipto, ya que el cineasta estadounidense se mal informó, y en lugar de relatarnos la vida de un pueblo elevadamente culto como el maya, al parecer nos está describiendo a un pueblo que incluso se horrorizaba de los eclipses y asesinaban gente por ese motivo, los aztecas.



Aquí yo me he hecho la pregunta, ¿si los aztecas no hubiesen invadido el valle de México y sus alrededores es posible que los pueblos mesoamericanos unidos hubiesen repelido la conquista española? la respuesta es "tal vez", ya que en países como Chile, los españoles nunca pudieron someter a los pueblos aborígenes de la región, y en su lugar, ambas culturas, la local y la extranjera establecieron bases de igualdad entre todos los ciudadanos del país, en lo que fue un total mestizaje de ambas culturas.
En este mismo Libro de Historia Mínima de México se narra que los aztecas desde su arribo al centro de nuestro país no fueron bien recibidos por los habitantes que ya estaban ahí instalados (y que lógico, ocupaban las mejores tierras), los tecpanecas y los culhuas, estos últimos los enviaron a las regiones más inhóspitas cerca de Tizapán, tierra plagada de serpientes venenosas, con la esperanza de que estas acabaran con la tribu azteca, pero la ironía de la vida hizo que los aztecas se comieran a las serpientes, ya que demostraron que eran un pueblo tenaz y férreo.
Es indudable que los aztecas, desde tiempos inmemoriales ya habían escuchado de las grandezas de los pueblos del centro del país. A la llegada de los españoles, estos en sus primeros escritos empezaron a delatar que Tenochtitlan (fundada un 13 de marzo de 1325) no había sido la primera gran ciudad esplendorosa en este continente, sino que muchos años atrás, entre los años 800 - 1000 DC, había existido otra ciudad más esplendorosa, Tula, la capital del pueblo tolteca, la cual había sido misteriosamente abandonada por sus habitantes, en un fenómeno inexplicable, ya que la ciudad contaba con grandes edificaciones, sistemas de riego avanzados, y al parecer una economía prospera, por lo que se establece que tal vez los habitantes la abandonaron por cuestiones religiosas o incluso por una época de sequía que al parecer se dio en esos tiempos y que probablemente los ahuyentó del lugar. Aunque también queda la posibilidad de que los pueblos bárbaros hayan invadido a los toltecas y los hayan borrado de la faz de la Tierra, dejando en pie sólo sus construcciones.



El punto es que, incluso antes de Tula, ya había otra ciudad aún más antigua, Teotihuacan (200 AC - 800 DC), la cual era una ciudad muy importante en todo el continente, ya que a especie de peregrinación a la Meca por parte de los musulmanes o al Santuario de la Virgen de Guadalupe de los católicos, a Teotihuacan venían pueblos de todas latitudes, a la Gran Pirámide, a llenarse de energía y a venerar a los dioses de la región. Tal vez fue de este modo que las noticias de esta mágica ciudad llegaron a oídos de los aztecas y tal vez por eso cuando llegaron al centro de México se proclamaron como descendientes de los teotihuacanos, para adquirir cierto linaje y negar su pasado chichimeca.
El Imperio Azteca se fortaleció en sus inicios de una triple alianza entre las ciudades de Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan, más sin embargo, a la llegada de los españoles, ellos los aztecas, ya eran la fuerza principal que regía toda la zona, llegando incluso por el Norte hasta Aguascalientes, Zacatecas y San Luis Potosí y hacia el sur hasta Honduras en Centroamérica.
Los aztecas han sido considerados de los imperios más sanguinarios y perversos que han habitado la tierra, comparados a menudo con el Imperio Asirio o con el Imperio Romano en cuanto a crueldad y malos tratos hacia sus vasallos; y de hecho, Tenochtitlan corrió la misma suerte que Nínive, atacada por una coalición medo-caldea cuyos pueblos fueron los responsables de hacer caer al Imperio Asirio junto con su capital hacia el año 612 AC; y de Roma, la cual también fue atacada por una multitud de pueblos bárbaros del Norte de Europa (principalmente germanos) que instados por los hunos (pueblo de Asia central) se lanzaron sobre la capital del Imperio Romano de Occidente (476 DC). De la misma manera, Tenochtitlan llegó a su fin principalmente debido al descontento de los pueblos que estaban sometidos al imperio, y a un puñado de españoles que supieron sacar ventaja de la situación y la hicieron caer hacia el año 1521 DC.



Las vestimentas aztecas de guerreros águila y jaguar son ejemplo de la férrea disciplina que llevaban y el gusto por la vida militar, que después del sacerdocio y la política, eran los más respetados de la sociedad.



En Durango, en el Libro Leyendas y Relatos del Durango Antiguo de Manuel Lozoya Cigarroa, el cual es un compendio de leyendas locales, se narra que la montaña o cerro llamado "de Mercado", en honor al descubridor español quien recibió noticias de los aborígenes que la Montaña estaba cubierta de oro y plata y más tarde al darse cuenta que era hierro de lo que se componía se desilusionó mucho (aunque a la postre el hierro se convertiría en un elemento muy valorado en la minería), es en realidad la silueta de una princesa azteca dormida.



Los aztecas al pasar por estas tierras (como lo narra la leyenda es obvio que venían más del Norte, ya que toma a Durango como punto de paso hacia el sur), se toparon con una tribu de vikingos perdida, de la cual un joven se enamoró de una de las princesas del pueblo, la cual estaba destinada a ser sacrificada para algún dios, y al estar ambos en trance amoroso, los sacerdotes mataron al joven vikingo y persiguieron a la muchacha, la cual implorando a Selene la luna que la protegiera, esta se compadeció de ella y la cubrió de plata, para que sus perseguidores no la pudieran dañar y así resultó la Montaña, la cual a decir verdad, si parece una silueta de una mujer dormida.
Para más información de este pueblo esplendoroso del México antiguo pueden consultar: Historia mínima de México de Daniel Cosío Villegas, el Laberinto de la Soledad de Octavio Paz o cualquier Libro de Historia de México de la secundaria de la Secretaria de Educación Pública que tengan entre sus recuerdos escolares.



Ya para terminar, he de decir que a pesar de haber cometido errores en el pasado, los aztecas eran una cultura brillante y floreciente en este continente, no por nada los españoles a su arribo a Tenochtitlan se quedaron pasmados de la impresión, como lo narran los frailes e historiadores como Bernardino de Sahagún, ya que la Capital del Imperio Azteca era más grande tanto en dimensiones como en número de habitantes que las más grandes metrópolis europeas como Constantinopla o Venecia.
Pues de mi parte es todo, disculpen el post tan largo, pero todos estos temas de historia antigua en verdad me apasionan, ¡Pasensela bien!